Antiguamente el caldo de Tobik se preparaba con carne de oveja que los mismos organizadores de las fiestas debían criar, debido a ello antes de celebrar una fiesta se requería de mucho tiempo para la planificación.

El caldo de Tobik se preparaba para bautizos, bodas, cumpleaños, fiestas patronales o cualquier otro tipo de celebración.

Se debía escoger una o dos ovejas, dependiendo la cantidad de integrantes de las familias. Se destazaban las ovejas un día antes de la fiesta y los encargados de esta labor eran los hombres.

El día de la fiesta se servía el caldo con dos porciones de carne en tazas grandes de barro, se acompañaba de tamalitos envueltos en hojas de milpa o tusa.

Para el servicio de comida se asignaba a un encargado, a quien le llamaban Mortom, quien era el encargado de llevar el agua para el lavado de manos, llevar la comida y los tamalitos a los abuelos que se sentaban a la mesa. A cada invitado se le debían servir doce tamalitos, lo cual se hacía de una forma peculiar. El Mortom decidía cómo hacer llegar los 12 tamalitos a cada persona, ya sea que servía primeramente tres tamales, luego 3 tandas de 3 o servía cuatro al principio luego dos tandas de cuatro, para completar los doce tamales. Por lógica los invitados no se comían todo lo que les servían, por ello la anfitriona de la fiesta proporcionaba una olla y un canasto a las esposas para poder llevar a casa la comida y tamales que el esposo no pudo consumir y devolver los utensilios posteriormente.