Cada vez a nivel mundial toma mayor auge las industrias culturales en virtud a su relación con la economía de los países, unos más, otros menos desarrollados, pero en fin su importancia empieza a ser valorizada, sin embargo, cabe definir su contenido, y el término de industrias culturales se entiende a aquellas actividades “que se dedican a la producción, difusión, comercialización, importación, exportación de un producto cultural, o sea de un valor cultural que se puede comprar y vender”. (MCD, 2007: 195); Mientras que las industrias creativas son consideradas como “aquellas actividades que tienen su origen en la creatividad, la habilidad y el talento individual, y que tienen el potencial de crear empleos y riqueza a través de la generación y la explotación de la propiedad intelectual”.
Existe una tendencia a nivel internacional que las industrias culturales son sinónimo a industrias creativas, sin embargo, aún se particulariza como tal, mientras no se establezca con claridad esa similitud, se considerarán las diferencias ya acotadas con anterioridad.