Se cree que fueron los frailes dominicos Luis de Cáncer, fray Bartolomé de las Casas, Rodrigo de Ladrada y Pedro de Angulo los primeros en llegar al valle de San Jerónimo, ya que, en el año 1537, fray Luis de Cáncer ordenó la construcción de su iglesia y en el mismo año, en el mes de octubre llevó la noticia a la capital del Reino de Guatemala.

Arquitectónicamente, la fachada principal está constituida por dos cuerpos, tres calles, remate y dos campanarios. El primer cuerpo comprende en la calle central el ingreso principal con un arco de medio punto con archivolta, que tiene inscrito el vano de la puerta, abocinado con puerta de tableros de madera tallada y postigo.

Las calles laterales comprenden hornacinas vacías en arco de medio punto enmarcadas por rectángulos. Las calles están separadas por columnas toscanas con fuste acanalado, las cuales están apoyadas sobre estilóbatos decorados con sisas y tableros.

El segundo cuerpo está conformado en la calle central por la ventana coral de forma abocinada y rectangular, en las calles laterales hornacinas con las mismas características que las del primer cuerpo, solo que de menor dimensión. El cuerpo tiene como base una moldura tipo toro y las calles están separadas por columnas toscanas con bases molduradas. El remate comprende una espadaña sin vanos y con cartelas con volutas a cada lado, coronada por un tímpano triangular el cual tiene en la parte central una hornacina enmarcada rectangularmente. Los campanarios tienen vanos en arco de medio punto y cubiertas de cuatro aguas piramidales. La fachada lateral norte comprende un vano en arco rebajado abocinado y tapiado, con acceso por escalinatas de mampostería, dos ventanas de forma mixtilínea y abocinadas, una ventana rectangular abocinada en el área del presbiterio y dos ventanas rectangulares dispuestas verticalmente en el área de la sacristía. Los vanos están separados por contrafuertes con forma de pilastras y toda la fachada está coronada por una moldura en cuarto bocel. La fachada lateral sur está constituida por un vano tapiado con escalinatas de mampostería y cuatro ventanas abocinadas dos de las cuales son mixtilíneas, separadas por los contrafuertes con forma de pilastras, al igual que la fachada lateral norte, está coronada por una moldura en cuarto bocel. Espacialmente, el patrón arquitectónico, es de una sola nave, se ingresa por el sotocoro cubierto por el entrepiso del coro con características similares a las de una bóveda vaída. El coro tiene una baranda de madera tallada y el acceso al mismo está del lado derecho del sotocoro. Ya en la nave central, la cubierta está conformada por bóvedas vaídas separadas por arcos formeros con bases molduradas. Del lado izquierdo del ingreso se encuentra un tazón de agua bendita de piedra tallada con borde moldurado inserto en una hornacina en arco de medio punto con una cruz en relieve. Cerca del presbiterio se encuentra del lado izquierdo la pila bautismal, con una base ortogonal y un tazón rústico ambos de piedra tallada. El acceso al presbiterio es por medio de un arco del triunfo y una escalinata con dos gradas y la cubierta con cúpula de media naranja con nervaduras y linternilla decorada con modillones.

En la parte posterior se encuentra la sacristía que es de dos niveles y comunica con el antiguo convento.
Exteriormente comprende un atrio de forma rectangular recubierto con baldosas de barro y con dos gradas de acceso, con una cruz atrial con una base conformada por una parte escalonada y otra de sección octogonal de mampostería de ladrillo, la cruz es de piedra tallada y tiene mutilado el larguero vertical en la parte superior.

Durante el terremoto de 1976, este inmueble se vio seriamente dañado, se desplomaron sus campanarios y surgieron grietas en la fachada, en la cúpula y en las bóvedas, la restauración estuvo a cargo del Ministerio de Cultura Y Deportes y fue concluida en noviembre de 1989. En lo que respecta a su estado actual, no presenta deterioros significativos, en los muros absorción de humedad y manchas y crecimiento de vegetación en los laterales. En su interior alberga valiosos retablos realizados desde el año 1797 hasta el año 1800 con pinturas del siglo XVII. Estilísticamente presenta características renacentistas y barrocas.

Patrimonialmente, el inmueble fue declarado Monumento Histórico del Período Hispánico, en el Artículo 2º del Acuerdo Ministerial 1210 del Ministerio de Educación del 12 de junio de 1970 y se clasifica dentro de la Categoría Patrimonial “A” de acuerdo a la ficha de categorización aplicada, aprobada por la resolución No Aj 102-2007 de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural