Este reloj fue comprado en Berna, Suiza, durante la gestión del alcalde Carlos M. Carranza, en 1,932. Para el efecto se formó un comité presidido por Obdulio Meré y las señoritas Catalina Serrano, hermanas Gamboa Díaz y señorita Meoño.

Este reloj de la Municipalidad estuvo funcionando hasta la década de los años cincuenta en el antiguo edificio, en 1952, se inició la construcción del actual edificio Municipal.

Después de esta fecha estuvo abandonado en la bodega de la municipalidad, donde, es el período del alcalde Miguel Ángel Mazariegos, a solicitud del párroco, padre José, el Concejo Municipal lo donó a la Iglesia Santiago Apóstol, 5a Avenida, Coatepeque, Quetzaltenango, en donde se encuentra actualmente.

El párroco, encargó a Héctor Rodríguez Armas la elaboración de los nuevos números y carátula, además de una veleta (con forma de gallo), la cual, marca la dirección del viento.

El mantenimiento del reloj lo realizaron Miguel Ángel Mazariegos y Carlos Alcázar. Luego la responsabilidad pasó a Mario «Maruca» y en la actualidad lo realiza Luis Francisco Vistraín. Esta reliquia no se encuentra registrada en el IDAEH.