La construcción del edificio que actualmente ocupa el Instituto para Señoritas “Belén”, se inició en 1778. Para el año 1797, fue utilizado como hospital de convalecientes, auspiciado por el Cabildo Metropolitano, convento femenino y para varones, en 1813, siendo prior, fray Juan Nepomuceno. En 1851 es convertido en colegio de señoritas a cargo de las monjas belgas. En 1875 fue escuela para señoritas a cargo de las monjas Ursulinas y desde 1893 después de la expropiación de bienes eclesiásticos de la Reforma Liberal, pasa a ser el Instituto Nacional para Señoritas “Belén”.

La Fachada principal está conformada por ventanería de arco bajo y una cornisa con remate, excepto en la esquina sur-oriente. La cubierta es de artesonado de madera con lámina, la cual vino a sustituir a la teja.

Espacialmente los salones dan al corredor con pilares de madera con base de piedra tallada a excepción de la esquina nororiente, en que son de concreto. Se encuentra dividido en cuatro patios, de los cuales dos han sufrido modificaciones rompiendo el patrón espacial original, en el lado sur de la edificación.

Entre las adiciones que ha sufrido el inmueble es importante resaltar que entre 1875 y 1893, se agregó la batería de sanitarios en el patio sur-poniente, debido a la apertura del internado. Se le realizó cambio de fachada sobre la 11 avenida y parte de la 12 y 13 calle con estilo Art Déco en 1945 y se le adicionaron aulas y una piscina entre 1960 y 1980.

Debido a sus antecedentes históricos a sus características arquitectónicas y al papel cumplido durante décadas en la formación de las jóvenes guatemaltecas, el edificio que ocupa el Instituto para Señoritas Belén, fue declarado Monumento Histórico de la Época Hispánica en el Artículo 2º del Acuerdo Ministerial 1210 del Ministerio de Educación y Monumento de la Cultura Nacional en el Decreto 26-74. Así también fue declarado Patrimonio Cultural de Guatemala en el artículo 4º del Acuerdo Ministerial 328-98 de Declaratoria del Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala, emitido por el Ministerio de Cultura y Deporte, en el que se le clasifica dentro de la categoría patrimonial “A”.