La Ermita conocida actualmente como de San Jacinto, era antiguamente llamada de “La Concepción, la Conquistadora”. Se encuentra en la población de Salcajá, Quetzaltenango. Su nombre original proviene de la época de la conquista, ya que se le atribuye ser la primera edificación religiosa que hubo en lo que es el territorio guatemalteco; esto basado en la Crónica Quiché “Títulos de la Casa Ixquin-Sehaib, Señora del Territorio de Otzoyá”. Donde se narra la venida del conquistador Pedro de Alvarado y, que durante el proceso de La Conquista se edificó la Ermita, habiendo dejado a cargo del asentamiento español a Juan De León Cardona, teniente de dicho lugar, lo cual data aproximadamente de 1717. Se puede afirmar que en Salcajá fue en donde se comenzó a difundir la fe católica en el país. Pero si en ese lugar, se practicó la evangelización debía haber una construcción tipo misión, aunque no haya datos concretos de su edificación, se encuentra una relación de la Alcaldía Mayor de Totonicapán, hacia 1743. El Licenciado Miguel Álvarez, en su publicación Ermita de Concepción, la Conquistadora (San Jacinto), hace referencia a Juarros, quien afirma: San Luis Salcajá, a 2 leguas de Quetzaltenango y una de San Cristóbal Totonicapán de cuyo curato es visita: Población de Ladinos de muy poca consideración así por lo corto de su vecindario, como por lo pobre de su comercio: pero digna de eterna memoria, por haber sido el primer establecimiento que fundó don Pedro de Alvarado y su Ermita la primera Iglesia que se consagró al verdadero Dios en estos países y se conservaba en ella por los años de 1690, una imagen de Nuestra Señora, que llamaban la Conquistadora”. Se estima que las primeras misiones se iniciaron en Salcajá y debieron estar a cargo de los franciscanos, ya que posteriormente esta orden religiosa, tomó su sede definitiva en Totonicapán, de quien dependía el valle de Salcajá. El pueblo de Totonicapán, cabecera del partido de su nombre, tiene un convento de religiosos franciscanos con guardián y conventuales y la patrona excelsa de la orden franciscana es la Virgen María en el misterio de su inmaculada concepción. Luego encontramos, que la citada Virgen La Conquistadora, es de advocación de Concepción. La iconografía de esta Virgen, incluye en muchos casos ángeles. Es posible que ésta sea la niña que mencionan los indígenas en la citada crónica. Considerando los informes del cronista y oficiales reales de la época, la ermita corresponde a varias etapas de desarrollo de la construcción. Según el título de ixquin Nehaib, en este sitio en 1524 recibieron el bautizo los indígenas quichés. Aunque el obispo Francisco Marroquín no menciona el sitio en sus memorias en 1540, se conservaba ya fundado, puesto que de ahí se parte para la reducción de indígenas para formar Quetzaltenango. En las informaciones sobre función de monasterios franciscanos no aparece Salcajá como tal, pero quizás ya debe estar entre las construcciones que se autorizaron después de 1565 por órdenes reales y a partir de este momento caracteriza movimientos romanticistas que se dan en la fachada de la iglesia y su trazado con su cruz atrial y quizás el trazado de la villa.

La desintegración del poblado después de 1776 por autoridades locales y la fundación de San Luis, puede parecer la intervención de la fachada a un tipo más barroco que de originalidad Renacentista y con influencia Romanticista, ya que el estucado es precisamente caracterizado en el siglo XVIII por movimientos salomónicos y serlianos En Santiago de Guatemala, hoy La Antigua.
Don Matías de Manzanares y Zarezo, alcalde de Totonicapán, el 1º. De septiembre de 1755, dispersó la población que vivía en Salcajá ocasionado por robos, riñas y amancebamientos, escándalos y fabricación de aguardiente, según testimonios documentos del archivo de Indias, que condujo una nueva reducción, según consta en auto de la Real Audiencia de Guatemala el 8 de diciembre de 1776 y fundación de San Luis Sahcahá, que condujo al cambio de la plaza del lugar original, así como a construir iglesia con su casa parroquial o convento y el edificio de cabildo. Así el templo antiguo quedo aislado, en la orilla oeste de la nueva traza, sin haberse cambiado la portada y sin que se construyese algo en los solares asignados en el principio para la plaza, convento y cabildo y esta es la primitiva iglesia que el entonces alcalde mayor Matías Manzanares, encontrara en 1755 (IGN 1980); donde señala el cronista Vázquez, se ubican los restos del religioso fray Francisco Martínez Pontaza. Los antecedentes del capitán de Juan de León Cardona formaron esta aldea de San Luis con 622 habitantes (Juarros 1936), pasando a constituir pueblo de visita de San Cristóbal Totonicapán, después de 1755.