El puente “El Molino” ha sido, por generaciones, una vía de paso fundamental para miles de personas, convirtiéndose con el tiempo en un símbolo histórico y patrimonial del departamento de Chiquimula.

Esta emblemática estructura, construida sobre el río Taco, fue edificada en un período de cinco años. Aunque la primera piedra fue colocada el 15 de marzo de 1905, los trabajos de construcción comenzaron formalmente en 1907. Se trata de una sólida obra de ingeniería tradicional, hecha con piedra y argamasa, diseñada para resistir tanto el paso del tiempo como las condiciones del entorno.

Según relatos de descendientes del maestro de obras don Ezequiel Estrada, él desempeñó un papel clave en la construcción del puente. Además, también habría trabajado en la restauración de la fachada del edificio municipal. Su legado permanece registrado en una plaqueta ubicada en la Sociedad de Obreros y el Cementerio General, donde figura su nombre como maestro de obras.

El puente fue construido ante la urgente necesidad de conectar el barrio El Molino con el resto del municipio, ya que durante la temporada de lluvias el río Taco se desbordaba, aislando por completo a la comunidad. Cruzar el río se volvía una tarea peligrosa; varios intentos resultaron en tragedias, con personas arrastradas por la corriente. Muchos enfermos fallecieron antes de recibir atención médica, al no poder ser trasladados al hospital a tiempo debido a la imposibilidad de cruzar el río.

Con el paso del tiempo, y ante el crecimiento demográfico y vehicular en el sector, fue necesario construir una nueva estructura. Así, en el año 2000, se inauguró un segundo puente que complementa la función del original, facilitando el tránsito hacia el barrio El Molino y sus colonias.