Desde niño tuve la inquietud ayudar, pero no sabía qué y cómo ayudar. Crecí en el campo trabajando la agricultura y el cuidado de animales. Me sentaba bajo los árboles esperando encontrar una explicación o clarificarme mi vocación en la vida. Tuve que migrar a la capital por trabajo y enfermé; a raíz de ese problema de salud fui atendido por 4 médicos, sin lograr curación; pensé que iba a morir. De allí surgió la necesidad de consultar a un Ajq’ij / Guía Espiritual; él me dijo que tenía que encontrar mi camino espiritual para curarme. Consultando con varios Ajq’ijab’, todos coincidieron que era mi nawal quien me estaba guiando, pero no había comprendido. Luego de estas orientaciones me formé como Ajq’ij. Después, sentí que necesitaba conocimientos de medicina y me preparé en esos conocimientos. Uno trae la misión, pero no se da cuenta, y por eso no se cultiva.