Según la historia relatada en el portal de información de la Librería del Pensativo, la historia comienza en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, donde vivía Ana Cofiño con quien junto a Carmen Sánchez, fundó la Librería Soluna en 1983 para ofrecer novedades editoriales, bibliografía sobre Chiapas y Guatemala, feminismo, libros de fotografía y arte, postales, artesanías, música, revistas y sobre todo, atención personalizada de dos conocedoras. Esta librería cambió de dueños con el paso de los años, sobrevivió a un incendio y continúa en la misma calle Real de Guadalupe.

De vuelta a Guatemala en 1987, y a propuesta de amistades queridas, se dio inicio al proyecto de otra librería similar, en Antigua, ciudad que también parecía tener un renacimiento, después de muchos años de terror. El nombre de la Librería del Pensativo viene del delgado río que corre de norte a sur, al este de la ciudad.

Desde el día de la inauguración, en mayo de 1987, la librería fue visitada por un público variado, nacional e internacional, que se entusiasmaba con aquella tienda de libros en la Calle del Arco, en La Antigua Guatemala. Efectivamente, era un lugar de encuentro, de entretenimiento, de búsqueda.