En agosto de 1943 ocurrió un terremoto y cayeron muchas viviendas en San Marcos, también se destruyó por completo la Iglesia del Calvario que estaba construida de bajareque.

Al cabo de unos meses empezó la reconstrucción y cuando estaban los albañiles haciendo las zanjas para la nueva edificación se encontraron con la sorpresa de que en el sitio estaban enterradas 10 a 12 personas, que se cree, fueron parte del ejército o de la Guardia Real de España, por lo tanto, informaron al párroco de San Pedro Sacatepéquez lo acaecido, al presentarse en el lugar, hizo una unción en los restos para su santo descanso.

Según el relato deben de estar enterrados en el lugar que ocupa El Calvario o bajo la estructura de la iglesia de Santa Rosalía.

Según anécdotas de algunos feligreses que prefieren el anonimato cuentan que son frecuentes las apariciones en alrededores o interior del Calvario ya que las almas de los difuntos, reclaman su punto de partida.

Según los datos de historiadores y del libro “San Marcos de Antaño” comentan que la construcción del Calvario es de la época de la colonia, cuenta con varias reconstrucciones en el siglo XIX. La iglesia está ubicada en la calle real denominada así porque era ahí donde vivía la gran mayoría de habitantes de San Marcos y por el estilo de las casas de la época colonial.