A la edad de 24, Edgar Chipix, un artista autodidacto, tuvo un sueño donde le fue revelada una visión surrealista de pintura. Inmediatamente empezó crear pinturas insólitas que han cautivado sus espectadores.

Edgar nació cerca de La Antigua Guatemala en una humilde aldea llamada Santiago Zamora de la municipalidad de San Antonio Aguas Calientes. Su inclinación y amor por el arte fue percatado por su padre a la edad de cuatro años y a partir de entonces decide apoyarlo.

Al principio Edgar utilizaba nada más el lápiz y el crayón. Cuando inició sus estudios a los 7 años de edad en la escuela, visitantes extranjeros se dieron cuenta de su talento y su dedicación que le daba a su arte y lo animan a seguir adelante, regalándole un set de oleos y pinceles y unos pequeños lienzos. Él empezó a experimentar pintando solo con oleos.

Su padre, Julián Chipix López, supo cultivar a su hijo la capacidad de pensar, de soñar, de crear, y todo sin límites convencionales. Pero Edgar así mismo desarrolló su estilo y diseños, con muchísimas horas en el taller y con la ayuda de sus sueños.