Desde muy temprana edad, su vida estuvo marcada por una sensibilidad especial hacia el arte. Su entusiasmo por pintar comenzó cuando apenas contaba con cinco años. En ese entonces, lo que parecía ser una simple curiosidad por manchar hojas con colores se fue transformando, poco a poco, en una manera de dar forma a sus pensamientos y emociones. Aquellos primeros trazos, caóticos y espontáneos, eran ya un indicio de la pasión que iría creciendo con el tiempo.

Fue alrededor de los siete años cuando descubrió que su padre realizaba dibujos con tiza. Este hallazgo marcó un punto de inflexión en su vida: se dio cuenta de que ese impulso creativo venía también de una herencia familiar, lo que le inspiró aún más a seguir explorando su talento. A los diez años comenzó a realizar sus primeros dibujos sobre papel. Las flores fueron su primer tema recurrente, y lo abordó mediante la técnica del claroscuro, una elección que evidenciaba su temprano interés por los juegos de luz y sombra.

Durante tres años se dedicó con disciplina y entusiasmo a superar los retos que su maestra de escuela le proponía, centrando sus esfuerzos en perfeccionar el manejo de las sombras y los contrastes. Con el tiempo, desarrolló un talento sobresaliente para el dibujo y la pintura con lapicero, técnica que dominó con gran precisión y creatividad.

Entre los seis y nueve años de edad, ya participaba activamente en diversas actividades artísticas en su comunidad. Su habilidad lo llevó a trabajar en ferias, escenografías, bodas, celebraciones de quince años y todo tipo de eventos culturales donde su arte era solicitado. Gracias a su dedicación y carisma, fue ganando reconocimiento en el mundo artístico de la región nororiente del país, convirtiéndose en un referente local por su talento y compromiso con el arte.

Aunque en la actualidad se desempeña como emprendedor en el ámbito del transporte privado para el turismo en la ciudad capital, no ha dejado de lado su verdadera pasión. En sus tiempos libres continúa perfeccionando su técnica y explorando nuevas formas de expresión artística. Para él, el arte no solo es un pasatiempo, sino una forma de vida que le permite reconectar con su esencia, inspirarse y compartir belleza con los demás.