Ubicado en Santa María Nebaj, departamento de Quiché, este bien inmueble cuenta con más de cien años de antigüedad. Fue construido cuando se fundó la ciudad, con el propósito de proveer agua potable a la población, tanto a quienes vivían en el centro como a quienes provenían de las aldeas cercanas.

Durante el conflicto armado interno, sufrió algunos daños debido a la falta de vigilancia y mantenimiento. Sin embargo, gracias al esfuerzo de seminaristas de diversos establecimientos del nivel diversificado, se han promovido iniciativas educativas para fomentar el cuidado del agua, el mantenimiento del tanque y su limpieza. Estas acciones han contribuido significativamente a mejorar el estado del inmueble y a crear conciencia sobre su importancia.

El pueblo maya Ixil se siente profundamente identificado con esta estructura, ya que representa un recurso vital: el agua, fuente de vida y forma parte del patrimonio cultural y comunitario de Nebaj.