“Creo yo que el universo me preparó a través de mi trabajo para este desapego involuntario. Inició con los apegos materiales hasta transformarse en el desapego a lo más preciado, la vida misma. Llegando a ser para mí, esta manifestación artística, la única forma de reflejar mi impotencia, dolor, ira y frustración ante la peor experiencia de mi vida. […] Solar todo para llegar a ser el éter divino de la perfección.”