Estela Súchite nació en la aldea El Espíritu Santo, en el municipio de El Jícaro, departamento de El Progreso. Desde muy temprana edad, aprendió el arte tradicional de trabajar la palma, una habilidad que ha sido parte esencial de la identidad cultural de su comunidad.

Gracias a su dedicación y talento, Estela convirtió este oficio en su principal fuente de sustento económico durante muchos años. Sus manos expertas dieron vida a numerosos objetos artesanales que no solo cumplieron una función práctica, sino que también reflejan la belleza y sabiduría del trabajo ancestral.

Aunque hoy en día realiza esta labor de manera esporádica, debido a su edad, Estela Súchite sigue siendo reconocida y respetada como una de las artesanas más representativas del municipio de El Jícaro. Su legado forma parte del patrimonio vivo de la región y es testimonio del valor del trabajo artesanal como expresión de identidad, resistencia y creatividad.