Entre los antecedentes históricos, La Basílica Menor del Señor de Esquipulas, fue edificada a instancias del primer arzobispo de Guatemala, Fray Pedro Pardo de Figueroa a solicitud de los pobladores, quienes aportaron los fondos para la construcción, a través de los ingresos obtenidos de la siembra de algodón, en el lugar en que fue edificado el Templo (1758).

El bachiller sacerdote Domingo Juarros escribió su Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala por el año de 1800, donde se refiere a que «a la orilla de este pueblo está el célebre santuario del Señor de Esquipulas, templo de los más capaces, hermosos y bien dispuestos del reino, es de tres naves y en sus cuatro ángulos se levantan cuatro vistosas torres sumamente elevadas».

La Basílica de Esquipulas es lugar de adoración para la imagen del Cristo Negro y la construcción se dedicó en señal de gratitud por parte del Arzobispo Pardo de Figueroa, ya que fue curado milagrosamente de una enfermedad en 1737.

Este santuario se destaca por su color blanco, siendo visible desde gran distancia. El día del Cristo de Esquipulas, es el 15 de enero, cuando la población y todos los caminos que a ella conducen, están llenos de peregrinos de todo el país y algunos de otros países.

Aunque la peregrinación es principalmente de naturaleza religiosa, genera actividades en las calles, dónde se venden toda clase de objetos de artesanía nativa e importada, como agente generador para la economía local.

El templo fue consagrado como Santuario Nacional de Esquipulas, el 15 de diciembre de 1951 y el 16 de abril de 1961, el Papa Juan XXIII, lo elevó a la Categoría de Basílica Menor, por medio de Bula, denominándola «Basílica de Centro América». En esa fecha Esquipulas es ascendida a Ciudad Prelaticia.

En 1985, el templo se convierte en símbolo de Paz y Esquipulas en el escenario para el inicio de las pláticas entre el gobierno y la guerilla, a fin de terminar con la guerra interna del país.

Características de la Basílica: tiene una elevada calidad estética y espacial que le han hecho sobresalir en relación a otros templos, no solo en Guatemala, sino en México y España.

Por sus antecedentes históricos, calidad arquitectónica, urbanística y por su contenido intangible, el inmueble en mención presenta un valor histórico, arquitectónico, artístico y antropológico, lo cual lo coloca dentro de la categoría Patrimonial «A».

La Basílica del Señor de Esquipulas, fue declarada como Monumento Histórico de la época Hispánica, en el Acuerdo Ministerial 1210 del Ministerio de Educación, del 12 de junio de 1970, en su Artículo 2°.