Amabilia Cano Hernández, artesana perteneciente al pueblo Xinka, inició su formación artesanal a los ocho años de edad. Aprendió este oficio gracias a su madre, quien elaboraba petates a base de tule y le transmitió los conocimientos fundamentales para trabajar esta materia prima. A lo largo de los años, Amabilia ha fortalecido sus habilidades por medio de talleres de formación impartidos por distintas instituciones y por la municipalidad, los cuales también han contribuido a fortalecer su identidad cultural y el reconocimiento de su pertenencia al pueblo Xinka.

El trabajo de Amabilia se caracteriza por la elaboración de diversos productos artesanales, entre ellos petates, canastos, sopladores, canastas de lavandería y sombreritos, todos fabricados en su hogar. La comercialización de sus productos se realiza principalmente dentro del municipio de Santa Rosa, donde miembros de la comunidad suelen encargarse de recolectarlos y distribuirlos en otras aldeas.

Además de dedicarse a la producción artesanal, Amabilia también comparte sus conocimientos con otras personas de su comunidad, contribuyendo con ello a la transmisión y preservación del oficio. Reconoce el talento y la pertinencia cultural del trabajo artesanal que se realiza en San Juan Tecuaco, destacando la importancia de continuar promoviendo estas prácticas tradicionales.

Para Amabilia, la artesanía representa una base fundamental de su economía familiar y una fuente de identidad cultural. Sin embargo, manifiesta su preocupación por la disminución en la producción de tule en la región, recurso esencial para las artesanas, cuya escasez puede afectar directamente la continuidad de su trabajo.

Amabilia formó parte del grupo de artesanas beneficiarias del proyecto “Innovación Integral en Artesanías Tradicionales”, impulsado por el Ministerio de Cultura y Deportes.