El arte es mi lenguaje, el medio con el que transformo emociones en algo tangible. Desde siempre, he sentido una atracción por la belleza en su forma más cruda: el amor, el dolor, la traición y la esperanza. Cada trazo, cada sombra y cada color en mis obras busca capturar lo que a veces las palabras no pueden expresar.

Me inspiro en la naturaleza humana, en su complejidad y contradicciones. No busco simplemente crear imágenes, sino provocar una reacción: una chispa de asombro, un recuerdo olvidado, una emoción profunda que resuene en quien observa.

Mi estilo busca combinar lo elegante del Renacentismo con estilos más moldeables o modernos que permitan que mi arte llegue a más personas sin perder su esencia. Trabajo principalmente con acrílico, aunque me encuentro explorando el óleo para llevar mi técnica a nuevas dimensiones.

Creo que el arte no es solo una manifestación estética, sino una conexión entre el artista y el mundo. Cada pieza que creo es un fragmento de mi visión, una invitación a ver más allá de lo evidente, a sumergirse en lo emocional y lo simbólico.